· 2229 palabras · Lectura de 11 minutos

Un año tras The Last of Us: Parte II

Aquí hay spoilers ricos, ricos. ¡Si te interesa la Saga huye!

Un año ha pasado desde que la esperadísima secuela de The Last of Us llegara a las tiendas. Hubo crunch, hubo retrasos y un bocadillo de polémica de los que hacen bola. Pero hay que dejar de lado la marabunta de odio y ver las cosas desde la empatía, porque hasta en un mundo de mierda queda hueco para el amor y la bondad.

Las polémicas 🔗

Con los retrasos y la noticia del crunch podemos decir que al juego le quedaba un poquito en el horno, o que Naughty Dog son unos perfeccionistas de cuidado. Me parece un juego maravilloso y se merece cada premio que recibió, pero darle el de mejor dirección cuando hubo un crunch de la leche me parece de traca. Me imagino a Naughty Dog tal que así “¡No pasa nada chicos, hubo crunch pero mirad qué de premios, ha merecido la pena vivir en la oficina!” Entiendo que a todo el mundo le gusta recibir recompensas de algo en lo que ha invertido tiempo, pero si la dirección del juego hubiera sido correcta, el crunch no habría existido. Esta práctica es algo que lleva en la industria desde que el mundo es mundo, gajes del oficio, pero estamos en 2021 y ya va siendo hora de no solo modernizar los juegos, si no también las políticas de empresa.

The Last of Us 2 también salió durante la pandemia del COVID y a día de hoy pienso que el retraso del juego fue para quitarle hierro al asunto. Quiero decir… En el mundo de The Last of Us hubo una pandemia y el mundo se fue a la mierda, mira cómo están las cosas… Seguro que también se mataban por el papel higiénico y los macarrones.

En fin, a lo que íbamos. A los llamados gamers (nótese la ironía y el retintín) las mujeres no le gustan, y en The Last of Us 2 no solo hay girls, también tenemos un chico transexual, lesbianas y mujeres fornidas. El wombo combo para que les explote la cabeza. Que por cierto, para quien no se dio cuenta en su primera parte, Bill es homosexual.

Empezamos con Ellie, una de las protagonistas. El mundo ya sabía que Ellie era homosexual, se dio a conocer en un DLC de forma natural y sin forzar nada. Pues cuando la vimos con su novia en esta segunda parte muchos se sorprendieron. El problema con Ellie es que era muy “masculina”, que tenía físico de hombre. Ellie tiene mucho carácter y si viviera en nuestro 2021 estamos todos de acuerdo con que no sería el tipo de chica que va al zara a por vestidicos, yo me la imagino siendo skater… Que una mujer sea decidida y le importe una mierda banalidades como su apariencia en un mundo post apocalíptico parece que a estos gamersss no les mola. En un E3 se nos enseñó un tráiler, con un besazo de Ellie y Dina.

Los gamersss fueron corriento a difundir su opinión por todas las redes sociales lo fea que era Dina y lo “machorra” que era Ellie_._ Me acuerdo la de mierda que le cayó a la modelo de Dina, Cascina Caradonna. Anunció que ella era la modelo en su canal de Youtube y los comentarios recalcaban lo fea que era. ¡Y esto solo fue por un tráiler, el juego ni había salido!

Y ojo, ¡también las mujeres se han encargado de demostrar que son parte del problema! Mi madre me soltó que Dina era muy fea, que Ellie se merecía alguien más guapa. Una ex-amiga me soltó que Ellie tendría que ser heterosexual porque la mayoría del público es heterosexual, que tenía que haber sido “normal” (todo esto con un Yaoi en la mano). Vi otras en redes sociales condenando que saliera la bandera trans en el juego; “Los transexuales no sobreviven ahora, van a sobrevivir en The Last of Us”.

Y hablando de trans no podemos hablar de las polémicas de The Last of us 2 sin dejarnos a Lev, uno de mis personajes favoritos. Lev es un chico trans, introvertido y muy gracioso (la parte que comenta el salseo entre Abby y Owen para tranquilizarla es que me enamora). Es bueno que la comunidad trans se vea representada en un juego del calibre de The Last of Us 2, pero también sería estupendo que su historia no fuera un camino de clavos, se hace muy pesado que ciertos colectivos sean representados como si su vida fuera un tormento. Aunque para defender al juego diré que The Last of Us no se porta bien con nadie.

La comunidad se dedicó a decir que todos estos colectivos estaban metidos a fuerza bruta, como cuando le tienes que dar una pastilla a tu perro escondiéndosela en la lata. Este tipo de cosas me ponen mala. Entiendo que hay industrias que intentan ponerse la medalla de la diversidad solo para aparentar, pero esta gente existe y negarles su hueco a estas alturas me parece casposo. Cuando nos enteramos de que Lev es transexual no se nos dice a voces, es muy sutil y no se le da mucha importancia. Esto me parece maravilloso, que una persona sea o se sienta de x forma no tiene que ser anunciado a lo grande, no tiene que ser señalado. Lev también aparece en el arco de Abby… Como todos sabemos la cosa con Abby fue peliaguda, y si encima le añadimos que va con un chiquillo trans la cosa no mejora para los gamersss.

Abby fue el foco de la polémica. Salieron hombres de debajo de las piedras “demostrando” porque una mujer no podía petarse de semejante manera, que si necesitarías comer carne a raudales diariamente, que si no es realista en el mundo donde vive, que si nosotras no podemos muscular así etc… Todo esto son excusas baratas. Abby no les gusta porque obviamente no se adapta al ideal de belleza femenino y tampoco va vestida divina de la muerte. Voy a poner como ejemplo de esto a Lara Croft.

Lara siempre ha estado sexualizada

Lara siempre ha estado sexualizada

Lara es una arqueóloga que se mete en unos follones que para ella se quedan, sus expediciones requieren una forma física excepcional y un modelito adecuado para moverse, su representación hasta la fecha ni de coña sería la realidad. Básicamente lo realista sería que Lara se pareciese Abby. Pero nadie se ha quejado de esto, aquí el realismo no cuenta porque Lara es atractiva para el público masculino y tiene un escote de cáete y no te menees, hasta los creadores admitieron que la hicieron así por ellos, ya tú sabes, las ventas y eso. Por si os interesa os dejo por aquí un estudio sobre cómo las mujeres suelen sexualizarse más que los hombres en los videojuegos.

Naughty Dog ha creado un personaje femenino de 10, una mujer que no se adapta al canon de belleza convencional y con una personalidad creíble a más no poder. Se habla mucho sobre personajes femeninos fuertes en los videojuegos, pero pocos nos representan adecuadamente. Es como si los personajes femeninos solo pudieran ser fuertes o atractivos, sin punto medio. Se puede estar fuerte y ser femenina, y creo que Abby es muy femenina, lo femenina que su mundo le permite ser. Hay una gran diversidad de físicos ahí fuera y no todos son 90-60-90. Abby no tiene que convertirse en “La norma”, pero tampoco tiene que ser “La excepción”.

Ahora quiero hablar de uno de los personajes principales de The Last of Us, nuestro queridísimo Joel. Este señor está en sus cincuenta y está mamadísimo, está petado, es un armario etc… Pero tranquilos chicos, aquí no hay necesidad de demostrar ni justificar estos músculos porque Joel es un hombre, y los hombres musculan respirando. Aunque no se coma cuatro mamuts entre asesinato el señor está fuertote, porque correr de aquí para allá da fondo. Todos queremos a Joel (yo incluída), la comunidad lo tiene por un santo, San Joel de Texas. En el antiguo testamento de The Last of Us se nos cuentan algunos de los bondadosos actos de San Joel, desde emboscar a gente inocente para matarlos y robarles hasta masacrar un hospital entero. Hubo odio generalizado hacia Abby, porque literalmente mató a Joel a palazos. Porque claro, que Abby quiera vengar a su padre dando caza a su asesino la convierte en una hija de la grandísima p****. Ellie decide seguir el mismo camino de vengar a Joel y matar a todo lo que se le ponga por delante, pero no pasa nada porque estamos vengando a Joel. Supongo que veis la hipocresía detrás de todo esto.

Siempre se puede hacer lo correcto 🔗

En The Last of Us vemos a Joel recuperar su humanidad y creamos un vínculo con él, yo misma tengo ese vínculo y entiendo perfectamente que ser testigos de aquella escena no fue plato de buen gusto, pero cuando estuve con Abby me encariñe con ella. Abby, a diferencia de Ellie, deja de lado la venganza y acaba ayudando a su enemigo, los Scars como Lev y Yara. Tras pasar tiempo con ellos puede ver las dos caras de una misma moneda y dejar atrás el rencor incluso perdonándole la vida a Ellie después de que esta asesinara a todos sus amigos. Llegó un punto en el que no podía culparla por lo que hizo. Si hubieras estado en su situación, en ese mundo, en el que lo único que tenías era tu padre… ¿No habrías hecho lo mismo? Ellie perdió al hombre que a efectos prácticos era su padre, pero le quedaban amigos, pareja y un hogar. Aún así se tiró de cabeza a por la venganza… Ellie se obsesiona con la venganza, poniendo en peligro a varios de sus seres queridos, matando gente ajena a la muerte de Joel, asesinando a perros, a embarazadas…

Obviamente Ellie descubre lo que Joel ocultaba, que masacró a casi todos los Luciérnagas para salvarla, quitándole a la humanidad la cura de la pandemia.

Obviamente Ellie descubre lo que Joel ocultaba, que masacró a casi todos los Luciérnagas para salvarla, quitándole a la humanidad la cura de la pandemia.

La motivación de Ellie en el primer juego era ser la cura para la humanidad, así que culpaba a Joel por no haberla dejado morir en aquel quirófano. Tras perderlo esta siente el peso de la culpa y la venganza pasa a ser su única forma de huir de la realidad, una realidad en la que Joel ya no está.

Como ya he dicho antes, Abby le perdona la vida a Ellie. Abby va encontrándose a todos sus amigos asesinados y el rastro la lleva hacia el teatro donde Ellie y compañía se esconden. El círculo vuelve a repetirse, pierde a quien quiere y se crea la necesidad de vengarlos. Abby intenta romper la mecánica de muertes que se ha creado y sigue con su vida, pero Ellie no es capaz de dejarlo.

Tras la escena del teatro el juego nos lleva a una casita en el campo, como Dina quería. Ellie ahora tiene una familia y todo pinta estupendo para ella. Pero lo cierto es que sigue sin superar la muerte de Joel, así que arriesga lo poco que le queda para darse a si misma una excusa; que está haciendo algo por Joel, que lo único que hizo no fue dejarlo de lado. Consigue llegar a Abby, una Abby que no está en condiciones ni quiere seguir con el círculo vicioso de venganza que se ha formado. Abby está acabada, la tiene justo donde quería, y mientras le quita la vida, Ellie recapacita, dejando ir a Abby a sabiendas que jamás volverá a verla y se echa a llorar aceptando por fin la muerte de Joel. Pero ya es tarde y Dina no está esperándola, Ellie lo ha perdido todo por no ser capaz de afrontar la situación.

Y es aquí cuando el juego termina de rematarnos llevándonos a lo que pasó justo después de la primera escena, la del beso en la fiesta. Ellie volviendo a la cabaña de Joel e intentando hacer las paces. Ellie no fue capaz de superar la culpa, repudió a Joel por haberle salvado la vida egoístamente por amor. Pasar página hubiera significado aceptar su muerte y asumir que jamás podrá recuperar la relación que tenían. Esta venganza era su forma de evadirse y dejar de lado la realidad. Esta escena es Ellie siendo consciente de todo esto, aceptando por fin su muerte mientras se aleja a lo desconocido.

La conclusión 🔗

The Last of Us me ha enseñado a tener más empatía. En un mundo donde no todo es blanco o negro, cada uno hace lo que puede. Acompañé gustosamente a Ellie en su venganza para acabar dándome cuenta que ella misma se estaba perdiendo por el camino, dejando atrás su bondad y enseñándonos un odio provocado y el no saber afrontar la perdida. Acompañé menos actitud en un principio a Abby, para acabar dándome cuenta de que es una buena chica que termina por dejar de lado el odio para seguir una senda más dulce. Conocí a todas esas personas que junto a Abby fueron a Jackson para acabar con Joel, viendo su día a dia, con sus proyectos de futuro, suelos e inquietudes mientras intentan sobrevivir como buenamente pueden en un mundo injusto. Un mundo que te lleva al límite, un límite que por mucho que digamos que sabemos donde está, no tenemos ni idea.