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The Medium Reseña

Un título que bebe de sagas míticas, pero que lamentablemente ha captado solo lo visual.

Tenía muchas ganas de jugar a The Medium, soy fan de los juegos de terror clásicos, en tercera persona, seguramente por haber crecido con ellos. El primer tráiler que vi de The Medium juraría que fue con uno de los desarrolladores de fondo diciendo que sería “el sucesor espiritual de Silent Hill” durante un directo de Xbox. No me creí demasiado el discurso. Con Akira Yamaoka (encargado de la OST y el sonido de todos los Silent Hill) en su juego junto con Arkadiusz Reikowski supongo que los creadores se vinieron arriba. Soy fanática de Silent Hill, de los 3 primeros concretamente y que me suelten lo del sucesor espiritual hizo que todas mis alarmas sonaran. Pensé que habían cavado su propia tumba por atribuirse a ellos mismos algo que no es cosa suya hacer y a día de hoy, tras haberme terminado el juego, lo mantengo.

The Medium es una aventura narrativa chula, lineal y con puzzles sencillotes. La historia se desarrolla a través de notas, objetos en los cuales Marianne (nuestra protagonista) puede percibir los sentimientos de sus propietarios y cinemáticas. El juego no se moja ni corre ningún riesgo, enseñándonos lo justo para que no nos sobresaltemos demasiado y siempre diciéndonos todo lo que hay que hacer para avanzar. Donde Silent Hill nos hacía sentir miedo e inseguridad, The Medium falla estrepitosamente. Cada uno saca su interpretación de Silent Hill y aun a día de hoy se sigue escarbando a niveles enfermizos en todos sus detalles. The Medium nos lo da todo masticadito para que no nos perdamos. Con esto no quiero decir que la historia sea mala, la historia es interesante y quieres descubrir su final, pero no tiene un mensaje que cale en ti, que te haga pensar después.

Lo mejor del juego y lo que llama la atención es sin duda su apartado artístico, ese despliegue técnico donde en ocasiones vemos a la vez nuestro plano y el de los muertos que Marianne es capaz de vislumbrar. Este apartado artístico está basado en el pintor polaco Zdzisław Beksińsk y tras haber visto sus obras creo que se podría haber trasladado muchísimo mejor ese terror psicológico que The Medium presume tener y que no tiene. Dejando de lado caidillas de frames y alguna que otra textura tardía, no nos podemos quejar mucho.

Su ambientación me ha decepcionado bastante, y salvo un Jumpscare bastante gratuito al principio, no he sentido miedo. Los escenarios son increíbles y muy detallados, pero no están en sintonía con el terror. El plano de los muertos de hecho me hace sentir más segura que el de los vivos, da muchísimo menos miedo, todo se ve mejor y más iluminado. Puedo reconocer cada cosa que veo en este mundo, no hay nada que me asuste. En cambio, en el plano de los vivos sí que sentí al principio esa inseguridad a lo desconocido, la iluminación es reducida y en general los entornos invitan más al terror.

Los controles no desagradan, pero me ha resultado incómodo cómo el juego se empeña en cambiarlos dependiendo del plano en el que te encuentres. Si por ejemplo coger algo en el plano de los vivos es X, con el plano de los muertos es A. Esto se me ha hecho especialmente cansino, a veces los controles también llegan a ser bastante arbitrarios estés donde estés.Es un juego lineal, sin volver sobre tus pasos y sin espacio a la exploración, dando a veces lugar a tramos pasilleros sin mucho que hacer más que ir andando mientras escuchas diálogos que van saliendo, alargando artificialmente la duración del título. Como ya he dicho el estar en dos mundos a la vez es lo mejor, pero esto es algo que va acompañado de la narrativa, dicho de otro modo, el juego es el que decide cuando es el momento de ver el otro mundo, no hay ningún botón de irse al plano de los muertos. Sus puzzles son muy fáciles, demasiado. No son un impedimento a la hora de avanzar y se hace de forma mecánica, algunos ejemplos son colocar algo en orden o simplemente seguir unas instrucciones. Este apartado se tendría que haber cuidado bastante ya que el juego carece de combate.

Da la sensación de que sus creadores solo han estudiado Silent Hill de manera superficial, sin llegar a mirar con lupa lo que hace de Silent Hill lo que es, como su mundo oprime y te hace sentir incómodo sin darte detalles, enseñándote cosas que no comprendes, hablando con personajes en tu misma situación y si cabe más raros que su mundo. Contratar a uno de los integrantes del TeamSilent no te garantiza el éxito a que tu nuevo juego sea el sucesor de Silent Hill. Si se plantean hacer una segunda entrega espero que de verdad se molesten en crear una atmósfera en la que sientas terror y darnos un juego al que poder llamar terror psicológico, porque este título ni es de terror, ni es psicológico.